Hay algunos contextos en los cuales se puede decir que la hipnosis tiene lugar de manera formal. Cuatro contextos importantes son el ámbito clínico, el laboratorio de investigación, lugares de entretenimiento y cursos de formación. En cada uno de estos contextos los propósitos de la hipnosis y las asunciones subyacentes sobre la misma tienden a diferir, con frecuencia de manera notable. Este debate está limitado a lo que tradicionalmente se denomina “hipnosis experimental” – hipnosis llevada a cabo con voluntarios corrientes para realizar investigación académica. Son principalmente los resultados de tales investigaciones los que alimentan las teorías científicas sobre la hipnosis que han sido desarrolladas a lo largo de las últimas décadas.

A pesar del escepticismo que ha acompañado con frecuencia a la hipnosis, hay pocas dudas en la actualidad de que lo que he denominado como “hipnosis experimental” es un fenómeno psicológico genuino, las características definitorias del cual son que el hipnotizador repite sugestiones, ideas y visualizaciones al sujeto, y si éste es suficientemente sugestionable, es capaz de responder de una manera que experimenta como real y sin esfuerzo.

Así, en las verdaderas respuestas a la hipnosis le parece al sujeto que la experiencia “está pasándole”, no es consciente de estar usando alguna estrategia deliberada para crear la experiencia. Por ejemplo, cuando una persona responde a la sugestión de la levitación de brazo, le parece realmente que su brazo se está levantando sin ningún esfuerzo por su parte. En el caso de una sugestión de amnesia post-hipnótica, el sujeto no es consciente de intentar activamente bloquear el material señalado de acudir a la consciencia; la amnesia parece que ocurra automáticamente.

Hay una propiedad más de la sugestión hipnótica que se ha demostrado en un rango de sugestiones, esto es, una disociación entre las experiencias implícitas y explícitas y las respuestas de la persona. Por ejemplo, algunas personas son capaces de responder positivamente a las sugestiones de ceguera. Parece que sean genuinamente incapaces de ver, por ejemplo, una silla que normalmente sería muy visible para ellos, pero cuando se les pregunta que caminen por la habitación la evitan. O puede que respondan afirmativamente a la sugestión de que han olvidado completamente una lista de palabras que acaban de aprender, pero las palabras continúan produciendo interferencias en sus esfuerzos para recordar otra lista. Los sujetos que informan que no pueden oír su voz cuando así se les sugestiona muestran sin embargo la perturbación característica en su habla cuando una grabación de la misma se les reproduce con una ligera demora.

Para dar cuenta de las características de las respuestas hipnóticas acabadas de señalar, se han desarrollado una serie de modelos neurocognitivos que postulan la actividad de algunos mecanismos en el Sistema Perceptual-Cognitivo-Conductual que inhiben la representación consciente de algún estímulo o proceso clave. En el caso de la levitación del brazo, por ejemplo, podría ocurrir que el sujeto que responde es capaz de inhibir su conciencia del esfuerzo necesario para levantar el brazo, y así el brazo parecería levantarse “por su cuenta”.

La gente varía en el grado en que responden a las sugestiones hipnóticas, y han sido diseñadas escalas para medir la sugestionabilidad individual. Cada una de ellas consiste en una variedad de sugestiones que el investigador lee, y la respuesta del sujeto a cada una es evaluada subjetivamente, y quizás también objetivamente, por el investigador. Las puntuaciones se suman para producir una puntuación total que representa la sugestionabilidad del sujeto de acuerdo a tal escala. Las puntuaciones de sugestionabilidad en la población general se asemejan aproximadamente a una distribución normal, o de campana de Gauss. Las escalas tienen fiabilidad, es decir, las puntuaciones de cada ítem correlacionan significativamente con la puntuación total de los ítems restantes. La investigación ha mostrado que la puntuación en sugestionabilidad de una persona es estable a lo largo de muchos años. La sugestionabilidad hipnótica correlaciona, a lo sumo, solo levemente con medidas de personalidad, aptitudes y estilo cognitivo. Posiblemente el mejor predictor de la alta sugestionabilidad sea una elevada tendencia a sumergirse en fantasías (“tendencia a la fantasía”).

Tradicionalmente se ha considerado que para responder hipnóticamente a una sugestión la persona debe ser inducida primero a un estado alterado de conciencia etiquetado como “trance hipnótico”. Consecuentemente, las características de la verdadera respuesta hipnótica son explicadas por las propiedades psicológicas y neurofisiológicas de ese estado de trance. En el laboratorio y otros contextos, para inducir este estado de trance el hipnotizador casi siempre administra una serie de sugestiones, con imágenes apropiadas, destinadas a alentar al sujeto a relajarse física y mentalmente y a mantener un foco de atención interno. La persona permanece “en trance” de este modo, hasta que es despertada o avisada al final de la sesión de hipnosis.

Algunos experimentadores y teóricos aún se adhieren a la idea de trance, mientras que otros lo consideran innecesario para explicar los fenómenos hipnóticos. Una razón fundamental para rechazar el trance como central en las teorías de la hipnosis es que cuando la inducción tradicional de relajación es substituida por un método “ficticio” o por placebo, las ganancias en puntuaciones de sugestionabilidad (que de hecho son bastante modestas) permanecen fundamentalmente igual. Ejemplos de estas inducciones “alternativas” son las sugestiones motivacionales (motivating suggestions) (se exhorta a los sujetos a concentrarse y usar todo el poder de su imaginación para crear de manera tan vívidamente como sea posible las imágenes, sentimientos y experiencias sugestionadas) y procedimientos de “alerta” (sugestionar a los sujetos que se sienten más alerta y enérgicos e incluso hacerles pedalear en una bicicleta estática).

Esta investigación podría indicar que el efecto de la inducción es preparar o primar a los sujetos para responder a las sugestiones que seguirán-es decir, potenciar su involucración y expectativas. No obstante, en los sujetos que responden a sugestiones que apelan a cambios profundos y vívidos en la experiencia (por ejemplo ser un niño de nuevo o cambiar la identidad personal) es posible que, por ese mismo hecho, se diga que están experimentando un “estado alterado de conciencia”. También, después de una sesión de hipnosis a algunas personas les parece que han tenido algo así como una experiencia de trance, lo cual se evidencia mediante confusión, desorientación, amnesia espontánea de los acontecimientos de la sesión, y una marcada condensación del tiempo (por ejemplo, la sensación de que una sesión de 45 minutos ha durado tan solo unos minutos).

La investigación experimental sobre la hipnosis es llevada a cabo en solo unos pocos centros en el Reino Unido, en parte porque los estudios con frecuencia requieren participantes que sean altamente sugestionables, y ello demanda labores de selección screening que llevan mucho tiempo. Afortunadamente, los psicólogos interesados en investigar la naturaleza de la experiencia consciente se han dado cuenta de que la hipnosis es una herramienta útil para estos propósitos, particularmente en conjunción con técnicas de neuroimagen. Estas son vías de investigación estimulantes, pero deberíamos ser cautos a la hora de buscar modelos explicativos excesivamente reduccionistas. La Hipnosis es un fenómeno complejo que engloba a muchos factores psicológicos que interactúan; consecuentemente, las personas varían considerablemente en cómo responden, y esto no puede ser representado con facilidad mediante neuroimagen.

Dr. Michael Heap

 

Dr. Michael Heap es psicólogo clínico y forense y profesor honorario de Psicología en la Universidad de Sheffield. Se le considera uno de los más prestigiosos expertos en el campo de la hipnosis en diferentes ámbitos: teórico, investigación, práctica clínica y forense y asuntos legales. Resumen de la ponencia que Michael Heap tiene previsto presentar en el XIV Congreso de la European Society of Hypnosis organizado por la British Society of Clinical & Academic Hypnosis (BSCAH) del 23 al 26 de agosto de 2017 en la ciudad de Mánchester.